El trazado urbano de Baku
El Gran Premio de Europa de F1 se celebra en el circuito urbano de Baku desde 2016. Se trata de un recorrido sorprendente, que destaca por lo estrecho de su trazado y por su longitud de 6 km, una de las más largas del Mundial. Es, en definitiva, un escenario diferente en el que los pilotos se ven exigidos en beneficio de los espectadores.
Un total de 30 000 espectadores pueden adquirir entradas de F1 en Azerbaiyán en cada Gran Premio del mundial. Los monoplazas se enfrentan en este circuito a un trazado muy exigente, con 6 km de trayecto y la recta más rápida de la temporada, la número uno, que tiene 2,1 km de longitud. La consecuencia es una velocidad máxima altísima, de 340 km por hora, con un consumo total de 2,1 kg por vuelta, uno de los más elevados de la temporada. El circuito, conocido como Baku City Circuit, se convirtió en sede del mundial de F1 en 2016, año en el que Nico Rosberg, pilotando un Mercedes, consiguió imponerse. El arquitecto alemán Hermann Tilke, especialista en este tipo de instalaciones y artífice de otros circuitos como el de Austin, fue el autor de su diseño, que recorre lugares de gran interés turístico en Baku, como la plaza Azadliq, la vía Neftchilar, una fracción de la Casa de Gobierno y la Torre de la Doncella.
Baku siempre ha sido una ciudad vinculada a la competición automovilística. De hecho, en 2012 fue sede de la carrera de turismos GT3 conocida como City Challenge Baku, al año siguiente albergó la final del Campeonato FIA GT y, en 2014, la Blancpain Sprint Series. En consecuencia, las entradas de F1 en Azerbaiyán son muy solicitadas y no tardan en agotarse cada vez que se celebra el Mundial de automovilismo.
La experiencia en el circuito azerí
Situado en la ciudad más poblada del mar Caspio y el Cáucaso, cuyo centro histórico ha sido elegido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Gran Premio de Europa que se celebra en este circuito consiste en una carrera de 51 kilómetros sobre un trazado de 6,006 km, el segundo más largo del campeonato después de Spa. Los espectadores disfrutan enormemente con la gran exigencia ERS del recorrido, que requiere un despliegue total y un acusado desgaste de frenos, ya que existen seis puntos importantes de frenada en cada vuelta. El circuito cuenta con un total de 20 curvas y dos rectas -una de ellas larguísima, de 2100 metros- y se completa con una singular zona revirada de solo 7,6 metros de ancho, la más estrecha de todo el mundial. Como consecuencia de estas peculiaridades, cada Gran Premio de Europa asegura un espectáculo deportivo sin precedentes.
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